Las mesas de trabajo creadas con diferentes sectores productivos durante 2014 no dieron frutos durante el segundo semestre del año pasado y los gremios más afectados, como leche, queso, carne de res, pollo y cerdo, exigen un plan macroeconómico que «levante» la producción nacional.
Manuel Rubén Trujillo | El Universal
Con la escasez de carne de res que alcanzó 70% este año, el sector industrial y el Gobierno tienen suficientes problemas, pero no son los únicos.
Durante el año 2014, a juicio del diputado Hiram Gaviria, la escasez de res ya existía en puntos críticos, sin embargo, los sectores de pollo, huevo y cerdo actuaron como «colchón» y permitieron a los consumidores comprar otro tipo de proteína.
A diferencia de 2014, este año la caída se presenta en todos los sectores productores de los distintos tipos de carne.
«A partir del último trimestre de 2014 y lo que va en 2015, con la caída de precios de petróleo y de reservas, cayeron las importaciones de todo tipo», dijo el parlamentario.
La inflación, la reducción de importaciones, las fiscalizaciones, los controles y la deuda en algunos sectores han sido determinantes para que los industriales sugieran que, a diferencia de 2014, se requiera un plan macroeconómico para lograr una recuperación del abastecimiento y reactivación de la industria.
Bajos niveles de leche pasteurizada
La Cámara Venezolana de Industrias Lácteas (Cavilac) denunció una «situación crítica de abastecimiento» de materias primas, que va desde leche, hasta empaques y latas.
«Sidor no tiene materia prima, las empresas de plástico no tienen divisas. Tenemos un problema importante con la leche pasteurizada que desapareció. Hoy no se consigue porque el programa del año pasado murió porque se acabó el subsidio. No continuó el programa y lo lamentamos profundamente. Lo más costoso de todo esto es tener las empresas paradas y trabajadores sin hacer nada. El aparato productivo tiene que moverse», concretó el presidente ejecutivo de Cavilac, Roger Figueroa.
Además, indicó que la industria «entiende y está consciente» de lo que representa el tema de asignación de divisas y adelantó que tienen planes particulares que presentarán al Ejecutivo de rubros no básicos que podrían «aguantar» otra devaluación.
Sequía golpea al sector pecuario
El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Carlos Albornoz, indicó que el diálogo con el Gobierno lo retomaron hace poco más de mes y medio y que buscan trabajar en función a las reuniones que sostienen.
«No se trata de un tema lácteo o cárnico, es un tema complejo y económico. El sector pecuario sufrió una profundísima sequía en 2014 y se verán las consecuencias en 2015. Faltan maquinarias, insumos, combustible. Hay un deterioro de las condiciones de trabajo», dijo Albornoz.
En este sentido, el representante gremial indicó que «tiene que generarse un conjunto de políticas públicas que fomente la producción nacional. El Gobierno no va a poder solo. Por otra lado continúan las amenzas, fiscalizaciones y restricciones».
«Lamentablemente Venezuela no tiene condiciones serias que hagan que nuestra actividad sea sustentable», sentenció el presidente de Fedenaga.
Deudas golpean al sector de los quesos
Por parte de Aniquesos, su representante y presidente ejecutiva, Trina Michelangeli, aseguró que en este momento el sector presenta una sequía que se ha extendido desde 2014 pero que además la industria está operando a 40% de su capacidad.
«No es tan difícil reactivarla pero no es inmediato. Hay una competencia muy fuerte. Obviamente que las variables macroeconómicas son importantísimas, yo diría que en Aniquesos, el problema de materias primas y la deuda son las principales preocupaciones», dijo.
Michelangeli expresó su preocupación sobre la cancelación de su deuda, especialmente en el apartado de cuajo y fermento, donde han recibido demandas internacionales por problemas en el pago de divisas.
Los representantes gremiales señalaron que el diálogo entre sector privado y el Gobierno nacional es la mejor salida para recuperar al país de la crisis económica que vive e implementar un sistema que beneficie a la población pero no en detrimento de la industria.
